Antiguas torturas (1)

17 07 2009

Primer artículo en el blog patatero, destinado a aquellas personas sádicas y con sed de sangre que buscan algo diferente que leer. Está cogido de mi antiguo blog, abandonado hace eones, digo esto para que la gente no salte que me copie de uno, porque ese uno soy yo mismo.

Comencemos con una melodía para dar ambiente:

Empezad a leer pues.

Las antiguas torturas. Primera parte.

Como todos saben, las torturas eran acciones dedicadas a hacer sufrir a la persona; básicamente se basaban en el dolor, hoy os pondré una lista de artilugios que eran usados, el apogeo de las torturas fue durante la Inquisición contra herejes, brujas etc.:

La jaula, para mi de las peores torturas, se basaba en introducir a la victima en una jaula reducida de metal y dejarla ahí hasta muriera (de hambre, por enfermedad…) las jaulas podían tirarse en medio de un bosque y hacer a la victima presa de cualquier animal o exponer a la persona en un gran mástil en la plaza central de la ciudad como símbolo de lo que podía pasar a quien se rebelaba. La victima era introducida en la jaula desnuda o con un taparrabos. La jaula solía utilizarse como ultimo método de tortura si la persona no moría con las anteriores


El collar de púas, por el titulo ya podéis imaginar como era, podían llegar a pesar mas de 5 kilos, normalmente se ponía en el cuello haciendo que los pinchos atravesaran la carne pero que no fuera mortal, de esta forma si la victima se movía el collar aun desgarraba mas la carne incluso a veces podía rozar el hueso. Era una forma barata de torturar ya que el verdugo solo debía poner el collar y dejar a la victima en la celda mientras moría desangrado o por alguna infección.

El látigo, ya todo el mundo sabe que es, normalmente podía ser de dos tipos:

Con varias terminaciones, al final de cada terminación podía ponerse una estrella o punta de metal para que fuera más doloroso

Con una terminación (nervio de toro) este también podía acabar en una punta de metal o una estrella.

Antes de usar el látigo este se empapaba con una solución de sal y azufre para más dolor todavía.

El toro de Falaris, esta tortura consistía en meter a la victima/s dentro de una efigie hueca  con forma de toro y quemarlas dentro, de tal forma que los gritos y alaridos de la victima hacían que pareciera que el toro mugía

El garrote, originalmente el garrote eran una especie de poste vertical con un agujero a través de él. La víctima se paraba o se sentaba delante del poste y se colocaba una cuerda alrededor de su cuello. Los extremos de ésta cuerda eran tirados a través del agujero del poste y el ejecutor al tirar de esa cuerda estrangulaba lentamente a la víctima. Algunos determinaron hacer algo más creativo y colocaron un pincho, una punta que sería conducida al cuello de la víctima, y cuando comenzaba el estrangulamiento partía las vértebras.

La pera, podía ser oral, vaginal o anal, el artilugio consistid una especie de paraguas que se desplegaba dentro de la cabida deseada, dañando inevitablemente dicho cavidad además tenia púas en los extremos con lo que hacia mas daño, la pero oral era destinada a los herejes, la vaginal a la mujeres infieles o brujas y la anal a hombres homosexuales.  (Nadie sabe la razón, pero desde que Maniac leyó esto, la pera se convirtió en uno de sus utensilios preferidos)

El aplasta cabezas, la barbilla de la víctima se colocaba en la barra inferior, y el casquete era empujado hacia abajo por el tornillo. Los efectos de este proceso son evidentes. Primero, se destrozan los alvéolos dentarios, después las mandíbulas, y luego el cerebro se escurre por la cavidad de los ojos y entre los fragmentos del cráneo.

Hasta aquí se termina la primera parte de esta saga; que proseguiré en cuanto pueda o tenga ganas. Se despide Nighty (“lorzas” para los amigos). Buenas noches